El lunes de la semana pasada – 18 de mayo – Strava, una de las redes sociales deportivas más importantes a nivel mundial, dio un volantazo en su estrategia empresarial hacia el carril «premium». Esa misma mañana, al entrar en la web te saltaba un aviso con el comunicado de sus fundadores (Mark Gainey y Michael Horvath) en el que explicaban por qué la empresa dirigirá sus esfuerzos hacia la versión premium de la plataforma, en sus propias palabras: «A partir de ahora, Strava apuesta por sus suscriptores.»

La frase anterior, una vez despojada del «buenismo», viene a decir que a partir de ya muchas de las funciones que hasta ahora eran totalmente gratuitas (Tablas de clasificación de segmentos, Creación de rutas, comparación de actividades, …) pasan a ser exclusivas de los suscriptores premium (59,99 €/Año). Y claro, que te digan que ahora tienes que pagar por algo que desde hace 10 años llevas usando gratis no es plato de buen gusto. Como les gusta titular a los grandes periódicos «ardieron las redes» y el tema se comentó bastante en diferentes webs y podcast.

Pero más allá del cabreo o la comprensión que muchos usuarios de Strava mostraron en redes sociales, con más o menos razón, la idea de hacer este artículo, además de para explicar qué ha cambiado, por qué creo que lo hacen y cómo afectará a los usuarios y la propia Strava dichos cambios, es analizarlo desde el punto de vista de una web que no genera suficientes ingresos. Cómo la web de Strava, con más de 50 millones de usuarios (>2 millones en España) compartiendo 19 millones de actividades deportivas cada semana, no ha conseguido monetizar su cientos de miles de visitas diarias (vía publicidad o similar) ni convencer a una gran parte de sus usuarios para que paguen por usar los servicios extras que ofrecen al hacerse premium.

En pocas palabras, la idea es intentar poner por escrito cómo una web con una red de usuarios tan grande y activa ha tenido que optar por la solución «drástica» de hacer de pago las funciones gratuitas que durante estos 10 años han sido la herramientas básicas con las que se ha creado esa misma comunidad de deportistas.

¿Qué es Strava y para qué sirve?

Strava es una red social enfocada en el deporte, principalmente en el ciclismo y en los corredores (una especie de Facebook). Así mismo, Strava es también una aplicación móvil deportiva con la que poder registrar actividades de carrera o ciclismo usando el gps de tu móvil (una especie de Runkeeper o Endomondo). Una vez terminas una actividad, registrada con nuestro reloj gps, sea la marca que sea (de ahí en parte su gran popularidad), o con su app, podemos subirla de forma pública (compartirla) en nuestro muro (al estilo FB), analizar los datos (como en Garmin Connect/Polar Flow) y que nuestros amigos/seguidores puedan cotillear, otorgar likes y comentarlas (Instagram).

Tan conocida es Strava en el mundillo de los corredores/ciclistas, que la frase «si no está en Strava, es que no ha pasado», en referencia a que si no has subido la actividad es como si no hubieras hecho deporte, se ha convertido ya en un dicho popular.

Ejemplo de una actividad compartida en Strava y los «kudos» y comentarios de los seguidores.

En resumen, Strava no deja de ser un «Facebook» para deporte en el que podemos ir subiendo nuestra actividad deportiva diaria, acompañarla de fotos (esto también se puede con Garmin Connect y Nike Running) y dónde nuestros seguidores nos pueden otorgar «Likes» en forma de «kudos» (felicitaciones) y dejar comentarios.

Pero supongo que cuando se lanzó Strava, los fundadores ya serían conscientes de que nadie querría pagar por poner likes u otorgar «kudos» (no lo hacen ni en Facebook ni en twitter). Por ello Strava no se planteó únicamente como un Facebook para deportes, el punto diferencial con otras redes sociales, es que Strava es también un portal de análisis de entrenamiento, similar a portales como Garmin Connect, Movescount o Polar Flow. Además del «postureo», también podemos analizar nuestro rendimiento y comparar nuestros tiempos con el de otros usuarios en tramos concretos del trayecto que hemos realizado gracias a los famosos Segmentos de Strava. Sin duda, junto a la increíble compatibilidad entre las distintas marcas de gps y aplicaciones deportivas, desde cualquier otro sitio se permite vincular y subir actividades a Strava, la clave del crecimiento de esta red social han sido los segmentos, ya sea como elemento para picarse entre amigos o como una simple herramienta individual de entretenimiento.

Segmentos de Strava: ¿tanto molan?

Pues sí, molan bastante. Ya sea para entrenar por tu cuenta, ver cómo con el tiempo eres cada vez más lento, o para picarte con cualquiera que por casualidad haya pasado por tu zona de entrenamiento y te haya robado todos los KOMS(*) que tan sigilosamente tenías guardados lejos de miradas ocultas. (*) Un icono con forma de corona denominado KOM (King of the Mountain) que verifica ante el resto de usuarios que eres la persona más rápida de ese segmento.

Un segmento de Strava no es más que un tramo concreto de una carretera o camino cualquiera. Una forma de «segmentar» los caminos para poder tomar tiempos parciales de forma automática como si se tratase de un tramo de circuito o el parcial de una carrera homologada.

Y tenemos segmentos que van de tramos de caminos polvorientos en los que sólo pasas tú cuando te pierdes hasta puertos míticos de ciclismo como el «Col du Tourmalet (par Luz-St-Sauveur)» cuyo KOM pertenece a Thibaut Pinot en el Tour de 2019.

Y parte del éxito de los segmentos de Strava radica en la facilidad para crearlos. Cada vez que un usuario de Strava sube una carrera o salida en bicicleta (registrada con un gps o aplicación móvil), sólo tiene que ir a las opciones de la actividad y utilizar la herramienta «Crear segmento» para indicar el punto de inicio y final del trayecto que hemos realizado y ya tendremos creado un segmento a partir de esa actividad (uno o los que queramos).

Una vez creado el segmento, si lo hemos guardado como público, cualquiera que grabe una actividad y la suba a Strava pasando por ese tramo de carretera o camino registrará  automáticamente el tiempo que ha tardado en realizarlo y aparecerá en una clasificación general.

Mejores resultados en los segmentos completados durante el trayecto realizado en una actividad.

Pero claro, los segmentos de Strava son un arma de doble filo (de ahí los piques y la popularidad). Un día puedes ser el rey de Strava y portar la corona con el KOM de un segmento, ya sea por piernas o porque acabas de crear el segmento en una zona sin colonizar, pero ese mismo día, tras recibir la sorpresa de tener un nuevo récord personal (RP) de otro segmento, vuelves a la dura realidad al comprobar que estás en la cola de la clasificación de tiempos de ese segmento.

Tabla de clasificación de segmentos de Strava.

Y claro, como crearlos es fácil (y gratis) y el pique está servido con las tablas públicas de clasificación, pues todo el mundo a crear segmentos como si no hubiera un mañana. Según Strava hay unos 20 millones de segmentos creados y cada mes se generan 25000 nuevos segmentos. Eso quiere decir que cada vez que se sube una actividad (20 actividades subidas cada segundo, 19 millones cada semana), los servidores de strava deben consultar si hay algún segmento en ese trayecto, ver el tiempo que hemos hecho y actualizar la tabla de clasificación. Para resumirlo mucho, cada consulta que se haga cuesta dinero y se hacen millones y millones de consultas diarias por culpa de los segmentos y las tablas. Y si nadie paga (las tablas de clasificación y nuestro historial en cada segmento era hasta la semana pasada una funcionalidad gratuita), lo tiene que pagar Strava. De hecho, el CM de Strava en twitter lo dejó bastante clarito:

La comunidad de Strava es lo que hace a Strava tan especial. Los segmentos se han vuelto especialmente complejos y costosos de mantener, así que, para asegurarnos de que formen parte de Strava durante décadas a partir de ahora, los haremos parte de nuestra suscripción.

En resumen, los segmentos de Strava cuestan dinero y no hay tantos usuarios que paguen por el servicio premium para mantener la fiesta «gratis» para el resto de usuarios (según Strava, porque no da cifras del número de usuarios premium).

Si ya de por sí nadie quiere pagar por usar una red social, ahora tenemos un servicio gratuito, que es el que ha generado la comunidad inmensa de usuarios, que cuesta más de mantener que dinero genera (esa más o menos tuvo que ser la conclusión final que ha llevado a los cambios de la semana pasada).

¿Que cambia en Strava? ¿Qué deja de ser gratuito en Strava?

No hay dinero para mantener funciones y sí bastante reticencia por parte de los usuarios para hacerse una cuenta premium, porque la parte gratuita es suficiente o porque la premium no termina de convencerles o por ambas. Esa es la premisa del problema. Ante esta disyuntiva, los fundadores de Strava (y los inversores que hay detrás) han tomado una decisión drástica: recortar la casi totalidad de funciones gratuitas importantes para reducir el gasto/consumo de la web (y ahorrar así dinero). Una apuesta por los suscriptores que a muchos usuarios ha sonado a «sois gorrones desalmados que no queréis pagar y nos vamos a la ruina por vuestra culpa».

Dejando a un lado los motivos y cómo se lo han tomado los usuarios (mal), las funciones que han dejado de ser gratuitas y que ahora sólo tendrán los usuarios premium son las siguientes:

• La vista general de las tablas de posiciones del segmento han desaparecido. Ahora, con la cuenta gratuita sólo podremos ver las primeras 10 primeras posiciones.

• Strava ha pasado a premium las funciones de comparación, filtrado y análisis de los esfuerzos de cada segmento. Ahora, con la cuenta gratuita, sólo veremos nuestro récord personal (PR).

• Planificación de rutas en strava.com con mapas mejorados y ayuda en segmentos pasa también a ser una función premium.

• El análisis del rendimiento en carreras idénticas a lo largo del tiempo (carreras coincidentes) pasa a función premium
• El registro de entrenamiento en Android y Strava.com pasa a función premium.
• Las comparaciones y tendencias de actividades mensuales pasan a función premium.
• Las aplicaciones de terceros que utilizan la API de Strava ya no tendrán resultados en cuanto a la clasificación de segmentos recibiendo un «cero» como dato.

En la práctica, lo principal es que Strava ha convertido en premium su función «estrella» de segmentos. Hasta ahora, sin una cuenta premium (o summit) no podías sincronizar y ver los segmentos en vivo durante la actividad con un gps de Garmin, Wahoo o Polar, pero una vez terminada la actividad sí que podías analizar todos los datos en al web de Strava. Con los cambios anteriores, los segmentos de Strava, aunque aún puedes crearlos, dejan casi de existir en la cuenta gratuita. La tabla con los 10 primeros clasificados sólo será útil si por el segmento sólo pasas tú y cuatro más, justo lo opuesto a la gracia que tenían los segmentos de Strava.

Strava recorta además el resto de opciones aún gratuitas de sus otras «patas», el análisis comparativo de actividades y la creación de rutas. En resumen, lo decían en su comunicado y lo cumplen al 100%, lo importante ahora para Strava son los suscriptores (y no los gorrones).

¿Y qué sigue siendo gratuito en Strava? La parte social por la que nadie está dispuesto a pagar y la parte relativa a la importación de datos desde otras plataformas (la fuente principal de usuarios).

Si me preguntáis si perderá usuarios, no tengo dudas de que muchos se irán. Unos porque no les gusta que después de diez años les llamen gorrones, otros porque para pagar el análisis de actividades (comparación y datos extra de rendimiento) prefieren irse a TrainingPeaks y otros se irán por efecto llamada, es decir, si la mayoría de mis amigos no están o no aparecen en las tablas de clasificación, tampoco tiene mucho sentido estar en Strava.

¿Los usuarios free se harán premium? Lo dudo, es simplemente una invitación a pagar o a irte y muchos no se lo han tomado del todo bien. Además, si antes no eras premium, ahora no hay nada positivo en el mensaje, es decir, te quitan funciones gratuitas, pero sin ningún avance significativo en la cuenta premium para que entiendas «Ah, claro, es mucho mejor irme a la premium, no me están obligando». Ha sido una oportunidad perdida para haber avanzado en las funciones para «clubs» que es dónde más se podría enganchar a un usuario dada la cercanía y competencia existente entre clubs de corredores y de ciclismo.

¿Los que ya son premium se irán? No creo. Aunque Strava perderá usuarios, creo que se perderán los que realmente no son adictos a Strava. Éstos ya tenían cuenta premium para poder ver los segmentos en el reloj y si no la tenían, y su grupeta sí (en ciclismo sobretodo), pasarán de la cuenta summit a la premium. Al final 60€/año no es una locura para seguir manteniendo el pique de los segmentos o para el análisis de rendimiento (más barato que TrainingPeaks).

Entonces, ¿es el movimiento ideal? En teoría, sí. Quizás no tengan los números de crecimiento que han tenido hasta ahora, pero reducirán perdidas (o aumentarán beneficios). No van a perder muchos de los que la usaban como red social (sigue siendo gratis), tampoco a los que ya eran premium (al menos no todos) y encima ahora ahorran recursos al no tener tanto consumo web. El único problema es obviar la parte del comunicado en el que se remarca la simplificación de la suscripción (o lo que viene a ser lo mismo que la eliminación de las cuentas parciales summit no tiene vuelta atrás).

¿Cuentas Summit? ¿De qué hablas? En Julio de 2018 Strava pensó que si dividía su suscripción en tres planes diferentes (análisis de datos, segmentos y seguridad/rutas) convencería a la mayoría de usuarios para hacerse al menos una cuenta de pago de este tipo. Aunque fuera sólo de 1/3 o de 2/3 de la cuota (se podía contratar uno, dos o tres summit) seguro que aumentaban ingresos a partir de cuentas gratuitas. Sí que convenció a muchos, pero no a suficientes, y encima muchos de los que ya pagaban una suscripción completa (yo mismo) decidieron pasar a pagar sólo por lo que realmente usaban.

Un año y poco después Strava canceló la suscripción por partes y eliminó la opción de hacerse una cuenta parcial de tipo summit. Ahora, tras el comunicado de apuestas por los suscriptores, todas las cuentas summit tienen una fecha fin, el 19 de Agosto ya no se renovarán más cuentas de tipo summit (según Strava somos suscriptores, pero de medio pelo).

Supongo que una vez llegue la fecha recibiremos una notificación en la que nos obliguen a irnos a una cuenta gratuita o pasar a la premium, de momento ahora todas las cuentas summit tiene todas las funciones premium activas, independientemente del tipo de summit contratado.

¿Cuántos de los summit optarán por la cuenta premium global? No todos, eso seguro. Más cuando investigas un poco y te das cuenta que el uso de Strava es muy variado.

¿Para qué sirve Strava vs para qué usamos Strava?

Antes os he intentado explicar qué es Strava y cómo el éxito de usuarios y de herramientas (segmentos) le ha llevado a recortar funciones premium. Pero Strava no es sólo una red social o una tabla de clasificaciones de tiempos, una cosa son las funciones estrella de una plataforma y otra muy distinta los motivos por los que los usuarios están en dicha plataforma.

Por ejemplo, Facebook es (más bien era) una red social para estar en contacto con amigos que no ves a diario, pero muchos estábamos únicamente para que nos recordará los cumpleaños de los amigos. Una vez Facebook dejó de ser Facebook no nos supuso un gran drama copiar las alertas al móvil y olvidarnos de Zuckerberg. Por ello, para no pensar que Strava es sólo Segmentos o el uso que yo hago de ella (más bien poco), pedí el comodín del público para tener un espectro mucho más amplio a la hora de entender la decisión de Strava y su repercusión futura:

Viendo la respuesta mayoritaria, volvemos al problema que os he comentado antes, nadie o casi nadie quiere pagar por usar una red social y Strava no deja de ser una más entre todas las existentes. Por recordar viejas historias, si casi hay una revolución en España cuando WhatsApp quiso cobrar un euro, y la utilizamos a diario, como para que Strava se plantee rascar algo de ahí.

Además, aunque es quizás la red social más importante en el ciclismo aficionado y profesional (muchos de los profesionales del pelotón tienen cuenta), en otros deportes sigue siendo una más junto a las plataformas de las propias marcas de GPS (Polar Flow, Movescount o Garmin Connect) y las compradas en los últimos años por marcas deportivas Runtastic (Adidas), Endomondo (Under Humour) o Asics (Runkeeper). En resumen, ese 20 % de usuarios que sólo utilizan Strava por si cambian de marca de GPS podrían pasarse a cualquier otra de las plataformas sin mucho problema (con syncmytracks, RunGap o tapiriik.com) ni perder el historial.

Hay otro 7% que también podría apañarse con el generador de rutas de su propia plataforma de gps o cualquier otro generador del estilo de wikiloc, komoot, que ahora se vincula directamente con Garmin, o con webs como gmap-pedometer.com y alltrails.com.

Pero la realidad es algo más compleja a lo que refleja la encuesta anterior (sólo hace falta leer alguno de los comentarios al tuit). La mayoría de usuarios de Strava están en Strava por más de una función básica, pero no por todas.

Y no sólo están por las funcionalidades, Strava tiene algo muy importante a su favor, más allá de la compatibilidad con prácticamente la totalidad de fabricantes de gps, su manejo es muy intuitivo. Una vez pasas 5 minutos en la web ya sabes casi perfectamente cómo manejarte. Eso hace que muchos usuarios prefieran ver sus actividades deportivas en Strava antes que en la propia plataforma de su reloj gps.

En resumen, Strava tiene a los segmentos como la única función irremplazable (sólo Garmin tiene la funcionalidad segmentos y la ha dejado casi morir) y 50 millones de usuarios con un patrón muy variado en cuanto al uso y bastante reticente a la hora de pagar por algo que en parte han creado ellos. Un volumen de usuarios creados en parte gracias a la herramienta suministrada por Strava pero también gracias a la comunidad de usuarios que han ido generando esos segmentos.

La solución fácil ya se tomó en Agosto de 2018, dividir en tres packs pequeños la suscripción, pero, a falta de datos reales de usuarios registrados, el remedio fue peor que la enfermedad, casi nadie le saca partido a todas las funciones y muchos ahorraron dinero sólo con 2/3 de Strava. En 2020, toca la solución difícil, seguir con la parte social gratuita pero dejar las funciones para los suscriptores.

Strava: presente y futuro ¿incierto?

En estos últimos años, la idea de Strava ha estado siempre enfocada a generar volumen de usuarios, como cualquier otra red social, y luego ya ver cómo ganar dinero (como casi cualquier startup). Primero ganas usuarios (quemando pasta de inversores) y luego ya veremos (wallapop por ejemplo).

El problema es que ahora tienen un montón de gente dentro de la fiesta pero parece que no todos quieren consumir. Unos vienen a ligar y otros vienen como podrían haberse quedado en su casa. Strava está pagando un local demasiado grande y a los dueños, después de probar mil y una estrategias (suscripciones gratuitas, planes summit, nuevas funciones, …), no se les ocurre otra que buscar un local más pequeño, dejar de poner aperitivos gratis a todos y poner los cacahuetes más grandes en la mesa de los que pidan una consumición. Mejor tener un bar pequeño lleno que un bar grande medio vacío, al menos hasta que no te abran un bar grande en la calle de enfrente (si alguna empresa tenía una versión mejorada Strava guardada en el cajón es el momento de sacarla).

Y no es que banalice la situación de Strava con el anterior símil, ojalá yo tuviera 50 millones de usuarios, pero también se los problemas que tendría a nivel de gastos de server, personal, … Ganar dinero con 50 millones de usuarios no es imposible, pero redes sociales más grandes han caído de la noche a la mañana (Tuenti, msn, myspace, …). La publicidad web ya no compensa tanto como antes (véase los periódicos y el paso a premium) y los datos que aportamos a Strava (posición, horarios, …) tampoco son tan relevantes como los que dejamos en Instagram o Twitter (gustos, tendencias políticas, sexuales, …).

Además, mientras las redes sociales/plataformas de corredores han sido compradas una tras otra por marcas deportivas, Strava no ha podido agarrarse a ese tren ya que no hay ninguna marca de textil en el mundo del ciclismo que se pueda comparar con Nike, Adidas o Asics (y ninguna de éstas parece que esté interesada en entrar en dicho mundo). A una marca como Shimano, quizás la más conocida dentro del mundo ciclista, tampoco creo que le salgan las cuentas en cuanto a reputación o aumento de ventas.

Quizás Garmin o Apple podrían ser un futuro comprador de Strava. Tienen el dinero y sí podría sacar algún beneficio. Garmin nunca ha vistos a Strava como un rival (no hace producto físico y no tenía intención) sino como un facilitador/partner ya que todas las aplicaciones y funciones que Strava ha ido desarrollando en el tiempo han permitido que Garmin ahorrar recursos («dormirse en los laureles») y no tener una presión tan fuerte a la hora de mejorar la web ni solventar problemas relacionados con redes sociales. Supongo que pensarán «si ya lo hace Strava», para que esforzarnos si vamos a vender los mismos o más gps. ¿Apple? Podría ser, le sobra el dinero, pero parece que no han dado el paso definitivo en el mundo deportivo, viendo la evolución que ha tenido el Apple Watch en la parte deportiva no hay muchos indicios de que se quieran meter mucho en el deporte y menos en el ciclismo.

Ahora mismo sólo veo dos posibles futuros, soy como un Doctor Strange de saldo. El primero es seguir por el nuevo camino de apostarlo «todo al suscriptor», mejorando las funciones de análisis deportivo (evitar que se vayan a TrainingPeaks) y, sobretodo, hacer ver a los usuarios premium que son el corazón de Strava y que quede claro que reciben mucho más de lo que pagan. Algo que no ha hecho con el comunicado de la semana pasada, llamando «gorrones» a gran parte de la comunidad,  despreciando el trabajo de muchos desarrolladores externos, a los que de la noche a la mañana se le ha jodido parte de la API, y siguiendo con la opacidad en sus números. Si somos una comunidad y no llegamos a final de mes, dime al menos quién paga (Strava es opaca en cuanto al número de usuarios premium) y cuales son los gastos (o el reparto de gastos). Si quieres un compromiso de la comunidad, menos informes con gráficos bonitos a final de año para que te los publiquen los medios y más hablar del dinerito.

El futuro más improbable, que Nike (o Adidas, más lejos New Balance/Asics) decida apostar por el ciclismo, una vez la sombra del dopaje parece más alejada que años anteriores, y utilice a Strava como trampolín para llegar a la mayor cantidad de usuarios posible. No sería una mala idea, pero creo que en USA aún duele el caso Armstrong.

En todo caso, y siguiendo con Marvel, un «Cambio Inevitable» y un futuro en el que «si te digo lo que pasa, ya no va a pasar».

Y hasta aquí la turra de Strava, en principio sólo iba a hablar de los cambios, pero creo que una vez explicados por casi todos los medios, era más interesante analizar el contexto que rodean a esos cambios. Espero no haberme equivocado y que os haya resultado interesante el análisis. Como siempre, tenéis los comentarios para cualquier aclaración o comentario.

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Victor – @PreMarathon