Hay días en los que correr te lleva a un estado que denominan «flow». Zancadas rítmicas que no cuestan ningún esfuerzo y hacen que avancemos como si la báscula mintiera todas las mañanas. Si esa sensación de armonía total en el ritmo de tus pies, brazos y respiración es la leche, os aseguro que cuando pasa nadando es la re-leche. Si no sabéis a lo que me refiero o pensáis que el cloro de la piscina me está afectando más de la cuenta, intentad no quedar embobados con este gif hipnótico.
Si queréis saber un poco más de cómo alcanzar el «flow» nadando (además de practicar hasta la saciedad), aquí tenéis el vídeo completo: