Esta tarde he tenido sesión de fisioterapia y, como casi siempre, he visto la “cara del dolor”, vamos, que casi he tenido que pedir a gritos ¡¡¡un paloooo!!! para morder algo.
Hace un año decidí que había que rascarse el bolsillo e ir por lo menos una vez al mes al “fisio” para descargar las piernas y chequear cómo evolucionan mis dolores “varios”.
Llevo yendo a fisios desde que practicaba deportes en juveniles, y la verdad es que les tengo bastante confianza, al menos a mi fisioterapueta de confianza. Creo que les tengo más fe más que a la mayoría de médicos, y básicamente porque:
- Suelen solucionarme los problemas de forma rápida y, algo casi más importante, suelen indicarme que hacer para que no vuelva a surgir el mismo problema.
- Hay que tenerle mucha fe en alguien que te dice que te va a curar con dolor.
- Soy de la secta que cree ciegamente que los esguinces se curan mucho mejor con un “físio” que inmovilizando varias semanas.
La gran confianza que les tengo no quiere decir que todos los que me he encontrado a lo largo de mi vida sean excelentes profesionales de la fisioterapia, pero, por regla general, la mayoría sí que lo son y suelen solucionar las barbaridades que le hacemos a nuestro cuerpo.
La razón de escribir este artículo no es sólo contar que esta tarde he tenido sesión con mi fisioterapeuta, que suena a psicólogo de deportistas (y muchas veces hacen de ello), sino contar como suelo determinar si puedo confiar o no en el físioterapeuta que me va tratar:
CONFÍA SI:
- Cuando te hace muchas preguntas.
- Cuando te explique los posibles motivos por los que te has lesionado y te aconseje rutinas o ejercicios para recuperarte y no vuelvas a recaer.
- Cuando su principal obsesión sea que no le vuelvas a visitar por la misma lesión.
DESCONFÍA SI:
- Cuando alguien te dice en la primera sesión que vas a necesitar muchas sesiones para recuperarte (más de 5 en un mismo mes).
- Cuando el mismo profesional que te trata se esté ocupando de más personas en la misma sesión(*).
- Cuando confía más en las máquinas que en sus propias manos.
Espero que estos consejos os sirvan de ayuda y que no genere mucha polémica en el gremio. Si sois corredores, es tan importante es tener una zapatilla perfecta como un fisioterapeuta de confianza.
(*) Hablo solo de las clínicas privadas, en la seguridad social, a la fisioterapia le faltan recursos para poder dar un servicio de calidad y lo de tratar en circulo a varios pacientes.
P.D: No llamarlos masajistas que se enfadan, son fisioterapeutas o “físios”.
Es fundamental dar con un buen fisio si no estás perdido. Te pueden desgraciar para toda la vida.
Yo tambien he ido a muchos fisios a lo largo de mi vida y he topado con buenos y malos.
Con lo de las sesiones no estoy de acuerdo, depende del tipo de lesión pueden hacer falta mas de una, incluso 10. Mas de esto si es para dudar.
Desde mi punto de vista, y con la experiencia que yo he tenido, recomiendo que se vaya a un osteópata. Muchos fisios dicen que lo son y eso no es cierto. Una forma rápida de asegurarase es buscar en el «colegio de osteopatas». el que no esté en esta lista no es osteópata.
Muchos de estos dan clase en la escuela de fisioterapia.
Con independencia de lo anterior, creo que los fisioterapeutas dan un servicio fundamental y que hay que visitarlos con frecuencia si haces deporte. Pero para lesiones importantes mejor el osteopata.
Hola Ángel Luis, gracias por tu aporte. En el tema del número de visitas, me refería más al hecho de que te comenten en la primera sesión, y prácticamente sin tratarte, que vas a necesitar un numero fijo de sesiones, lo veo preocuparse más por el dinero que por el paciente. Soy más de la opinión de que la fisioterapia tiene que ir acompañada de ejercicios en casa, da igual las sesiones que te des por un problema de cervicales o de espalda, si lo único que haces es estar sentado frente al ordenador, siempre necesitarás más sesiones. En cuanto a la osteopatía, solo he ido una vez, pero lo he comentado bastante con otros físios, y, más o menos, hemos llegado a la siguiente conclusión: la recolocación de articulaciones, si no se acompaña de rutinas concretas para adaptar la musculatura asociada evitando que vuelva a descolocarse solo dará beneficios a corto plazo. En resumen, fisio/osteópata siempre debería ir acompañado de una rutina de ejercicios fuera de la sesión.
Un saludo
Encontrar un buen fisio no es tan fácil como parece. Hay muchos que se aprovechan y hay que estar alerta para encontrar al adecuado. con estos simples tips se podrá cazar a la legua.